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Chontacuros, un atractivo gastronómico de la Amazonía
Cocinados o asados y acompañados de yuca, cebolla y agua de guayusa, los gusanos de chonta o chontacuros, forman parte de la oferta gastronómica de la Amazonía ecuatoriana.
Los chontacuros son gusanos que miden hasta cinco centímetros de largo y dos de diámetro. Nacen luego de que un tipo de escarabajo negro, típico de la selva amazónica, deposita sus huevos en el corazón de los árboles de chonta y estos se conviertan en larvas. Los chontacuros tardan en desarrollarse entre dos y tres meses.
Los gusanos crecen en los restos de los árboles que los indígenas han derribado para recoger la fruta del árbol de chonta y para sacar el tronco o palmito, que es empleado en la preparación de algunos platos típicos en la Amazonía. En cada pedazo de árbol se puede recoger entre 40 y 50 gusanos.
En el cantón Archidona, a 10 minutos de la ciudad de Tena, provincia de Napo, a unos 190 kilómetros al este de Quito, se levanta el centro gastronómico Chontacuro Huazi, el lugar indicado para disfrutar de los famosos gusanos ya sea cocinados, en los tradicionales maitos, o asados.
María Aguinda, tiene 53 años, es oriunda de Archidona y prepara maitos en uno de los 20 locales del centro. Aprendió a hacerlos con la receta de su abuela cuando era niña y ahora enseña el procedimiento a las tres mujeres que colaboran en su negocio. Cada gusano lo consigue a 50 centavos.
"Las mamacitas (mujeres mayores de las comunidades) vienen a vender aquí los gusanos y las hojas de bijao para nosotros preparar los maitos", cuenta.
La mujer abre su local a las siete de la mañana. Preparar cada maito le toma menos de 20 minutos entre lavar el producto y ponerlo a cocinar. En el caso de los chontacuros, el procedimiento es más sencillo. Los lava y para matarlos les aplasta la cabeza. Después, los corta para extraer la parte no comestible y coloca cuatro gusanos sobre tres hojas de bijao y los condimenta únicamente con sal.
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