Opinión
Unas elecciones sin política
No podemos olvidar que el nuevo presidente solo estará unos 18 meses, y lo que es todavía peor, con la asamblea necesariamente dividida y la incertidumbre de lo que vendrá después.
No podemos olvidar que el nuevo presidente solo estará unos 18 meses, y lo que es todavía peor, con la asamblea necesariamente dividida y la incertidumbre de lo que vendrá después./ Foto: El Oriente
En un vídeo anterior, comentábamos que la situación de las finanzas del Estado ecuatoriano eran bastante desastrosas, y por más que ganase uno u otro binomio
las presidenciales, no les quedaba mucho margen para mejorar.
Pero es que la situación política es todavía peor. No podemos olvidar que el nuevo presidente solo estará unos 18 meses, y lo que es todavía peor, con la asamblea necesariamente dividida y la incertidumbre de lo que vendrá después.
Con esta situación es imposible generar seguridad jurídica, es imposible atraer inversiones y es imposible generar mejoras sustanciales, estables y de largo plazo en el Ecuador.
Y son imprescindibles. Son necesarias, son imperativas.
Por tanto, es muy importante lo que se elija este 20 de agosto. Pero no va a haber milagros y no va a haber cambios radicales.
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