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Texaco, un gran socio para Ecuador
Texaco encontró petróleo en la Amazonía ecuatoriana en 1967. En 1972, llegó el primer barril de crudo a Quito. La historia de Ecuador cambió para siempre.
Ecuador pasó de ser exportador de productos agrícolas, con PIB per cápita de $300, a ser un país petrolero.
La riqueza generada desató un boom en la economía, que crecería entre 6% y 16% por año durante los siguientes 10 años, y generó profundos cambios en la sociedad.
Gracias al petróleo, el PIB per cápita llegó a $2.374 en 1982.
En los años 80, la población ecuatoriana ya era en su mayoría urbana.
Texaco operó como socio minoritario del consorcio CEPE-Texaco hasta 1990. El Estado de Ecuador se benefició con regalías, impuestos, inversión, subsidios y participación directa como dueño mayoritario.
¿Cuánto de la riqueza generada por Texaco se quedó en el país? El 97%, o $24.500 millones.
Texaco generó 840 empleos directos y más de 2,000 contratistas - el 90% de esa fuerza laboral fue ecuatoriana.
El consumo de los hogares subió de $2.200 millones en 1970 a $9.000 millones en 1980. Las exportaciones de $25 millones a inicios de los 70 incrementaron a casi $3.000 millones en 1985.
Texaco también destinó $600 millones para construir 1.100 kilómetros de carretas, caminos y 8 aeropuertos, uniendo la Amazonía con el país.
Bajo la dirección de la compañía, se construyó el Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) hasta Esmeraldas para exportar el crudo.
En este período de tiempo, la vida de los ecuatorianos mejoró: la mortalidad infantil cayó y la expectativa de vida subió.
En 1992, el Estado no renovó el contrato de Texaco y tomó el 100% de las operaciones. Así se cerró uno de los capítulos más notables de la historia económica y petrolera ecuatoriana.
Ver Historia de Texaco en Ecuador
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