Ciencia y Tecnología
Susceptibilidad de la región Oriente ante deslizamientos
Los movimientos en masa se definen como movimientos ladera abajo de una masa de roca, de detritos o de tierras por efectos de la gravedad, en parte son procesos bastante complejos y desarrollan diferentes comportamientos a lo largo de su trayectoria, en función del material involucrado.
Los movimientos en masa se definen como movimientos ladera abajo de una masa de roca, de detritos o de tierras por efectos de la gravedad, en parte son procesos bastante complejos y desarrollan diferentes comportamientos a lo largo de su trayectoria, en función del material involucrado. Ecuador presenta una diversidad de características geológicas, geográficas y climáticas que se relacionan con la morfología, el tipo de roca o suelo, las precipitaciones y la sismicidad, influyendo de gran manera en las zonas montañosas y sus estribaciones de la región Oriente, para la generación de deslizamientos.
Los movimientos en masa son conocidos con varios términos populares como derrumbes, deslaves, deslizamientos, caídas de rocas, avalanchas, aluviones, hundimientos o fenómenos de remoción en masa. Estos constituyen una continua amenaza, generando gran impacto en las últimas décadas, ocasionando daños puntuales en varios metros cuadrados o, de magnitudes tan amplias que han abarcado varios kilómetros cuadrados.
A finales de los años 80 en la región Oriental de nuestro país, los deslizamientos causaron la pérdida de vidas humanas, económicas y de infraestructura. En esa época las metodologías y técnicas para registrar movimientos en masa eran escasas, por lo cual, no se documentaron de manera correcta. El sismo de 1987, producido a 25km al norte del volcán Reventador, generó una gran cantidad de movimientos en masa (deslizamientos), que causaron importantes daños en la red vial Quito – Lago Agrio (Figura 1), aislando cerca de 75.000 habitantes de la región Amazónica con el resto del país; además, este suceso provocó la rotura de la tubería del Sistema Oleoducto Trans-Ecuatoriano (SOTE), lo cual resultó en una pérdida estimada para el Ecuador de ochocientos millones de dólares, lo que provocó una recesión económica durante los siguientes cinco años, según investigaciones realizadas.
Figura 1: Vista Panorámica del Valle del Río Quijos. Los deslizamientos generados por los sismos empezaron como movimientos pequeños en la cabecera más pendiente de las paredes (45º a 60º) de los taludes y fueron transformados en avalanchas y flujos de escombros (Tomado de Hall, 2000).
Como otro ejemplo se puede citar lo que sucede en un sector de la carretera Loja – Zamora, específicamente en el tramo que atraviesa la Cordillera de Los Andes. La vía se ha visto afectada por movimientos en masa e inestabilidad de taludes producidos por planos de deslizamientos generados en las rocas a favor de la ladera. En este tramo, existen diferentes tipos de movimientos en masa como deslizamientos, flujos y caídas de rocas; provocando constantemente hundimientos y obstaculización en la carretera (Figura 2). Por ello, es importante prever que en temporada invernal, algunos deslizamientos de gran volumen y con una rápida velocidad, podrían provocar el represamiento de ríos y quebradas, así como también, la destrucción total o parcial de la red vial que comunica a las ciudades de Loja y Zamora, lo que limitaría el acceso vehicular a zonas mineras importantes del país como Chinapintza, Nambija, Fruta del Norte, entre otras.
Figura 2: Carretera Loja – Zamora en las coordenadas UTM: 713.897E, 9´561.302). Los deslizamientos se generan a favor del talud provocando hundimientos y obstaculización permanente de la circulación vehicular.
Por los motivos expuestos, a la región Oriental se la considera como una zona propensa a la generación de nuevos deslizamientos, pero la falta de conocimiento de los factores que influyen en la generación de los movimientos en masa, pone en riesgo a la población y todo el entorno que esta implica.
El desarrollo de proyectos o estudios de inventarios de movimientos en masa es una fuente de información de vital importancia para la determinación y evaluación de las zonas peligrosas o susceptibles ante deslizamientos. Esto permitiría que los gobiernos autónomos descentralizados (GAD´s) cuenten con una herramienta primordial para la planificación y ordenamiento territorial, mediante el diseño y construcción de obras civiles para prevenir o mitigar las amenazas geológicas naturales, evitando pérdidas humanas y económicas, y a la vez, se interactúe con la población para informar y concientizar sobre los efectos de este tipo de desastres naturales, con el objetivo de mejorar el bienestar de muchas familias ecuatorianas.