Provincia de Sucumbíos
Sucumbíos alberga un tesoro oculto, sus cascadas
Laguna Azul, Cabeza de Lagarto y La Milagrosa tienen atractivos especiales
La provincia de Sucumbíos posee un inmenso potencial turístico debido a sus abundantes recursos hídricos y su rica diversidad de flora y fauna. Alberga un tesoro oculto de belleza natural: sus impresionantes cascadas.
Cada una de ellas cuenta con su propia historia, formación geológica única y atractivos especiales que hacen de la visita a estas maravillas una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza y los aventureros.
Cascada Laguna Azul: Situada en la parroquia El Reventador, la cascada Laguna Azul es una joya natural con aguas de tonalidades azul verdosas. Con una altura de aproximadamente 6 metros, esta cascada se alimenta de varios riachuelos que rodean la zona, creando una poza de 15 metros de diámetro. Los visitantes pueden acercarse más al atractivo gracias a las áreas rocosas circundantes. Esta cascada ofrece un espectáculo visual impresionante y es un testimonio del asombroso poder de la naturaleza.
Cascada Cabeza de Lagarto: Ubicada en un rincón apartado de la provincia, la cascada Cabeza de Lagarto se erige majestuosamente con una caída de agua de aproximadamente 6 metros. Su característica distintiva es su parecido con la cabeza de un lagarto, esculpida por la corriente del río a lo largo de los siglos. El sonido inquietante del agua al caer crea una atmósfera mágica en las tranquilas aguas previas al salto. A solo 64 kilómetros de Lago Agrio, esta cascada ofrece oportunidades para caminatas en el bosque circundante, observación de flora y fauna, fotografía y actividades de interpretación ambiental.
Cascada La Milagrosa: Esta cascada, con una caída de agua de 10 metros de altura, debe su nombre a las leyendas locales que afirman que aquellos que se bañan en sus aguas recibirán un milagro. Rodeada de rocas que parecen escalinatas naturales, la cascada La Milagrosa es un lugar ideal para el avistamiento de aves y la contemplación de la flora autóctona. Además de disfrutar de la belleza natural, los visitantes pueden participar en actividades como senderismo y camping, lo que permite una inmersión total en el entorno.
Las cascadas en Sucumbíos no son solo destinos turísticos, son testigos vivientes de la belleza y la diversidad de nuestro planeta.