Sacha, la joya de la corona, será un reto para el próximo gobierno

Tras 51 años de operación el campo requiere de inversiones de entre $ 1.000 y $ 1.500 millones

Tras 51 años de operación el campo requiere de inversiones de entre $ 1.000 y $ 1.500 millones/ Foto: cortesía Petroecuador

Uno de los temas más importantes que en materia petrolera tendrá que manejar el próximo gobierno es el relativo al campo Sacha (bloque 60), considerado la joya de la corona del sector. Se convertirá en un verdadero reto para los futuros gobernantes.

Sacha, ubicado en la provincia de Orellana, es el campo más productivo del país. Pero tras 51 años de operación requiere de inversiones de entre $ 1.000 y $ 1.500 millones para, mediante técnicas de recuperación secundaria y terciaria, incrementar las reservas y producción y garantizar su sostenibilidad.

El campo inició su producción en 1972, con alrededor de 29.000 barriles por día.

El 14 de junio, Petroecuador informó que la producción de Sacha logró un pico de 72.606 barriles. La cifra es apenas superior al pico de 72.000 barriles alcanzado el 28 de diciembre pasado y muy lejana de los 110.000 b/d alcanzado en los años 80.

Durante el gobierno de Lenín Moreno, varias compañías demostraron interés por operar el campo, entre ellas la estadounidense Baker Hughes y la china ERG MIE.

Sacha demanda, desde hace varios años, perforación de nuevos pozos para lograr producción en nuevas zonas, pero Petroecuador no dispone de los recursos para hacerlo.

Expertos petroleros dicen que el campo tiene el perfil requerido por empresas de talla mundial. Sin embargo, el modelo de contrato que rige en el país le quita atractivo, pues, a las multinacionales petroleras no les interesa cobrar una tarifa sino disponer del crudo producido.

El tamaño del yacimiento, así como la complejidad para establecer una línea base de producción y una tarifa justa han hecho desistir al gobierno de Guillermo Lasso de su intención de licitarlo.

En los pocos meses que le queda de mandato, no alcanzaría a realizar los estudios pertinentes y convocar el proceso, que deberá enfrentarlo el próximo gobierno, más aún si en la consulta popular sobre el bloque ITT se decide suspender su operación.