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¿Por qué los créditos chinos y el correísmo también son responsables de la crisis energética?
Los créditos del gigante asiático obligaron al país a depender de energía hídrica
Coca Codo Sinclair registra varios problemas como fisuras y la erosión regresiva del río Coca / Foto: cortesía
Quito- En los últimos días, la grave crisis energética que atraviesa el país, que ha provocado cortes de luz de hasta 15 horas a escala nacional, ha apuntado a los gobiernos de Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa. Si bien hay corresponsabilidad de los exfuncionarios y el actual régimen por falta de inversión y omisión, el correísmo también lleva su parte en la cadena de errores.
Recomendaciones de organismos multilaterales como el Banco Mundial señalan que Ecuador debe diversificar su matriz energética por depender, en exceso, de las hidroeléctricas. La falta de lluvias ha golpeado a la generación de energía. Actualmente, el 60 % de la generación eléctrica de la nación corresponde a hidroeléctricas. El país debe pensar en otras fuentes, como la energía solar o eólica.
Pero ¿por qué Ecuador decidió apostar por la energía hidroeléctrica? La respuesta es China. El gigante asiático prestó dinero a Ecuador, pero una de las condiciones era que las empresas chinas debían ejecutar esos créditos. Y las empresas chinas son especialistas en hidroeléctricas, lo cual obligaba al país a optar por esa vía.
Y el problema no es solo que la energía hidroeléctrica le ha vuelto al país vulnerable. Los proyectos fueron ejecutados con fallas y un sinnúmero de problemas. Por ejemplo, la empresa china CWE, encargada de Toachi Pilatón, demandó a la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) por supuestos incumplimientos. La obra ha sido terminada por una empresa rusa con más de una década de retraso.
En el caso de Synohidro, constructora de Coca Codo Sinclair, también busca llegar a un acuerdo con el Estado ecuatoriano por las fallas en la hidroeléctrica más grande del país. Fisuras en las tuberías o, incluso, riesgo de que la erosión regresiva se la lleve, están en las preocupaciones actuales.
Según el Diálogo Chino, en la última década, Ecuador ha invertido en ocho proyectos hidroeléctricos para asegurar suficiente energía, reducir apagones y potencialmente exportar excedentes.
Con un costo total de aproximadamente $ 6.000 millones, solo uno, Manduriacu, fue inaugurado a tiempo en 2015. Los otros siete enfrentaron retrasos debido a problemas de ingeniería, accidentes que resultaron en 26 muertes, y litigios, comprometiendo la capacidad de pago del país a los prestamistas chinos.