Ecuador en las Noticias
Odebrecht, coimas y mala ingeniería
La terminal del poliducto Pascuales-Cuenca tiene grietas y materiales inadecuados. Petroecuador repara las fallas.
No solo fue corrupto, sino “mal constructor”. Esa es la opinión colectiva de las actuales autoridades de Petroecuador cuando se habla de su excontratista, Odebrecht. La inconformidad en las obras que dejaron crece a diario por los descubrimientos que surgen. En la terminal del Poliducto Pascuales-Cuenca, por ejemplo, hay fallas evidentes que complican la actividad cotidiana en el centro de abastecimiento de combustibles.
EXPRESO recorrió la terminal y constató que todas las vías de acceso a las unidades de la obra tienen grietas. Algunas son pequeñas y otras son tan notorias que amenazan a los autos y transeúntes. La empresa pública Petroecuador debe reparar esas imperfecciones para evitar que se acumule y se pare el despacho de gasolinas y gas doméstico. Hasta ahora, pese a los constantes inconvenientes, no se ha interrumpido la entrega desde el nuevo terminal que opera desde marzo de 2017, cuando la empresa brasileña entregó la obra.
No es solo el problema de acceso por las vías con baches y perforaciones, Odebrecht entregó la construcción con materiales que no se ajustaban a las necesidades de Ecuador. Las estaciones para el combate de incendios, por ejemplo, tenían válvulas que no soportaban la presión del agua. Ese error ponía en riesgo la vida de los 35 trabajadores de la terminal en caso de una emergencia.
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