Ciencia y Tecnología
Nuevas tecnologías para iluminación
Las tecnologías de iluminación han encontrado su evolución y mejora en función de la optimización de recursos (generalmente financieros) mientras se cumplen las demandas visuales de los usuarios.
Las tecnologías de iluminación han encontrado su evolución y mejora en función de la optimización de recursos (generalmente financieros) mientras se cumplen las demandas visuales de los usuarios.
Existen distintas tecnologías de las lámparas que se utilizan en la iluminación interior y exterior. Se diferencian por su principio físico de funcionamiento, por ejemplo; la incandescente utiliza el calentamiento producido por la corriente que pasa por un filamento para la emisión de radiación; las de descarga utilizan la ionización de gases que en su descarga electrónica emiten luz; las de estado sólido utilizan semiconductores para que en el paso de corriente se pueda emitir radiación, entre otras.
La tecnología de iluminación de estado sólido se ha vuelto popular mediante un subgrupo de lámparas y luminarias conocidas como tecnología LED (del inglés Light-Emitting Diode); esta, ha inundado los mercados internacionales y se perfila para ingresar fuertemente a nivel nacional.
Actualmente en Ecuador, el alumbrado público se realiza con la iluminación de descarga de alta intensidad y, la iluminación interior, con lámparas fluorescentes; tecnología que reemplazó a lámparas de mercurio/sodio de baja presión y a las incandescentes, con prestaciones de mayor eficiencia energética y más ahorro. Las mismas bondades que ahora son ofrecidas por la tecnología LED.
“Las nuevas tecnologías de iluminación aportan positivamente a la vida de los ciudadanos, principalmente a nivel de ahorro económico en el consumo eléctrico y, su larga vida útil, ayuda a la reducción de residuos ambientales.”
En Ecuador, la migración hacia la tecnología LED no se ha completado, esto está relacionado con los costos iniciales para su adquisición, comparada con las tecnologías vigentes y también a la incertidumbre que genera una tecnología en desarrollo. Los costos pueden variar dependiendo de las marcas, empresas distribuidoras y calidad de las lámparas.
El usuario final exige calidad y elementos de iluminación que sean adecuados para realizar sus actividades. El “ahorro” es un eje fundamental, así por ejemplo, si una lámpara LED para un dormitorio consume 8W y reemplaza a una fluorescente que consume 20W, implica que la lámpara LED reducirá el valor de la planilla eléctrica y se presenta como una opción atractiva al comprador.
Sin embargo, es importante indicar que no toda LED, aun cuando es “ahorrativa”, es beneficiosa. Existen estudios que relacionan ciertos parámetros como la temperatura de color que, a una determinada iluminancia, en un cierto rango de valores, puede producir alteraciones biológicas en los seres humanos y también en ecosistemas naturales, estos son conocidos como efectos fotobiológicos. Un ejemplo de esto puede encontrarse en documentos como “Contaminación Lumínica Nacional- Directrices para la vida silvestre” que emitió el Gobierno de Australia para la preservación de sus ecosistemas.
“La tecnología de iluminación de estado sólido se ha vuelto popular mediante un subgrupo de lámparas y luminarias conocidas como tecnología LED.”
Esta aseveración lejos de ser una falacia que impide la transición al progreso, es una realidad. Es por ello que los entes reguladores podrían nutrirse de las experiencias de la Unión Europea y aprender de sus reglamentos que podrían nutrirse de las experiencias de la Unión Europea y aprender de sus reglamentos que ponen límites para la temperatura de color y en distintos rangos espectrales, para garantizar la correcta aplicación de la nueva tecnología, dependiendo siempre de las actividades y lugares objeto de iluminación como hogares, vías, reservas naturales, entre otras.
Actualmente, el Laboratorio de Luminotecnia del Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE), colabora con la medición de ciertos parámetros, por ejemplo, la medición de matriz de intensidades luminosas, flujo luminoso, entre otras, que son de utilidad para proveedores privados, organismos estatales y público en general, para la comercialización de tecnologías nuevas y tradicionales.
Las nuevas tecnologías de iluminación aportan positivamente a la vida de los ciudadanos, principalmente a nivel de ahorro económico en el consumo eléctrico y, su larga vida útil, ayuda a la reducción de residuos ambientales. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer en cuanto a las regulaciones y comercio de la iluminación LED en nuestro país, un tipo de iluminación innovadora que promete quedarse.
Síguenos en: