Medio Ambiente
Medio millar de personas se unen para limpiar el lago San Pablo
Se prevé la siembra de unos 5.000 árboles nativos


El lago San Pablo es el único en el mundo al encontrarse geográficamente en la latitud º0 / Foto: cortesía Tripadvisor
Quito- Más de medio millar de personas participarán el próximo sábado en la limpieza del cuerpo de agua natural más grande de Ecuador: el lago San Pablo, afectado por la contaminación por plásticos, químicos provenientes de plantaciones cercanas y aguas servidas.
San Pablo es uno de los múltiples lagos de alta montaña del Geoparque de la provincia de Imbabura, localizado a 2.662 metros sobre el nivel del mar, y es el único en el mundo al encontrarse geográficamente en la latitud º0.
De 583 hectáreas y una profundidad máxima de 35,2 metros, su volumen de agua se calcula en 140.106 metros cúbicos alimentado por el río Itambi y varias vertientes aledañas.
De origen glaciar, localizado en las laderas del volcán Imbabura (4.630 msnm), y centro de atracción turística, el lago lleva años captando la mirada de las autoridades debido a la contaminación. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el problema persiste.
Por ello, este sábado más de 500 personas de las comunidades aledañas, estudiantes, gobiernos locales, el Club Rotario, la organización NaturaPlus, el Ministerio de Ambiente y la fundación Arcandina, participarán en un trabajo comunitario, conocido como "minga" para limpiar el lago y avanzar en procesos de concienciación sobre la importancia de preservar el lago.
Además, se prevé la siembra de unos 5.000 árboles nativos.
"Intervención urgente"
Rafael Salcedo, coordinador de proyectos de NaturaPlus, explicó a EFE que el proyecto comenzó con un acercamiento a los supermercados COOP, e Suiza, para medir la huella de carbono en el proceso de transporte de flores que se cultivan en la zona y ofrecer una propuesta para mitigar su impacto.
Como parte del proceso, plantaron 600 hectáreas de bosques con cinco comunidades de las cabeceras de afluentes mas importantes del lago, y se involucraron con otros sectores para rescatarlo.
Para Salcado, el lago está en "alerta amarilla": hay catorce "plantas de tratamiento que están colapsadas en este momento".
Asimismo, indicó que las fuentes hídricas que llegan al lago, sobre todo el río Itambi, está muy contaminado por las descargas que hacen las floricultoras con agroquímicos, por descargas de heces fecales".
"Además, muchas empresas turísticas hacen descargas directas al lago", agregó al apuntar que se requiere "una intervención urgente para no seguir acelerando este proceso de contaminación y descomposición del lago".
Por ello, buscan recuperar la salud ecológica del lago mediante un enfoque integral que detenga la contaminación, restaure sus funciones ecológicas y promueva un corredor bio-productivo, integrando actividades económicas sostenibles y regenerativas con un manejo adecuado del recurso hídrico a largo plazo.
Además, "estamos promoviendo la agricultura regenerativa, el corredor biodinámico de toda la cuenca y, obviamente, potenciando el turismo sustentable", enumeró, a lo que se suma la conservación de páramos, regeneración de fuentes de agua, apoyo a bioemprendimientos e incentivar la participación comunitaria.
Se trata de acciones integrales para descontaminar las aguas de las que, además, sale la cascada de Peguche, que es parte de la cuenca del río Mira "y todas estas aguas terminan en los manglares de San Lorenso", en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.
Cultura, biodiversidad y turismo
Conocido también como Imbacocha o Imbakucha, el lago tiene un trasfondo cultural y es un referente desde la cosmovisión para las comunidades Otavalo y Cayambis, señaló Salcedo.
En el lago vive el pez Imba, que "está en peligro de extinción y, en la medida en que esto se siga contaminando, este pez va a desaparecer", advirtió al apuntar que también es un sitio de anidamiento de especies, que estarían en riesgo si el lago desaparece.
En la laguna San Pablo, cientos de turistas disfrutan cada año de su fascinante paisaje adornado por el majestuoso volcán Imbabura y, a pesar de los desafíos ambientales que enfrenta, sus aguas continúan acogiendo a deportistas que competir en distintas disciplinas, incluida la natación. EFE
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