Ecuador en las Noticias
La tesis de Alexis Mera cojea de ambas patas
El ex asesor jurídico de Correa ha tratado de retratar a Pamela Martínez como una corrupta que estaba enriqueciéndose a costilla de los empresarios sin la participación de nadie más.
Pamela Martínez actuaba por sí sola y sin el consentimiento de su jefe inmediato, Rafael Correa, ni el conocimiento de otros funcionarios de su gobierno para exigir contribuciones ilegales a los contratistas del Estado: posicionar esa tesis ha sido la tarea en la que Alexis Mera ha estado empeñado sistemáticamente durante estas últimas semanas del juicio por el caso Sobornos en la Corte Nacional.
En sus frecuentes apariciones en su cuenta de Twitter, el ex asesor jurídico de Correa y gran arquitecto jurídico de su gobierno, ha tratado de retratar a Pamela Martínez como una corrupta que estaba enriqueciéndose a costilla de los empresarios sin la participación de nadie más. El propósito de Mera, quien tiene prisión domiciliaria, es sencillo: liberar a Correa de las responsabilidades en el caso y destruir la teoría de la Fiscalía de que en Carondelet había una estructura delictiva dirigida desde el Despacho Presidencial cuyo fin era recaudar dinero de los contratistas del Estado para sostener el estado de propaganda del correísmo. Si Martínez actuaba sola, entonces no hay caso, es la idea que Mera y los incondicionales de Correa están tratando de posicionar.
Mera ha intentado agarrarse de cualquier oportunidad para perfilar a Martínez como la Gran Ladrona, como escribió en uno de sus mensajes más recientes: «Se está confirmando que aquí no hay: ‘estructura delincuencial’, sino el robo de una Gran Ladrona». Lo dijo cuando la abogada de uno de los empresarios procesados, Pedro Verduga, afirmó que su defendido había sido presionado únicamente por Pamela Martínez para conseguir dinero. «Actuaba por su cuenta. Prueba de que no hay ‘organización delictiva”, puso en otro tuit dos días antes. Mera, quien se victimiza al decir que el sistema de justicia lo trata injustamente y que es un perseguido político, ha sostenido incluso desde antes que se instale el proceso que Martínez y su asesora Laura Terán actuaban por su cuenta. «A la Gran Ladrona y su asistente las liberan apenas lo solicitan», dijo el 5 de febrero. El ex asesor jurídico de Correa no es el único: el ejército virtual de incondicionales que el ex presidente Correa tiene en redes sociales se hace eco una y otra vez de esta tesis.
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