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Seguridad
La minería ilegal se ha expandido a 17 provincias
Azuay, Morona Santiago y Zamora Chinchipe están entre las provincias más afectadas


Un aspecto alarmante es la presencia de minería ilegal dentro de áreas protegidas del país / Foto: cortesía Policía Nacional
Quito- La minería ilegal en Ecuador se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento de grupos terroristas, como Los Lobos y Los Choneros. Han extendido su control sobre diversas zonas mineras del país.
Este fenómeno no solo está vinculado al lavado de dinero, sino que también ha generado un aumento de la violencia en territorios como el cantón Camilo Ponce Enríquez, en Azuay, donde los homicidios crecieron un 82 % en 2024. Los enfrentamientos entre bandas por el control de las minas han llevado a secuestros, asesinatos y extorsión a los trabajadores del sector.
El impacto de esta actividad no se limita a la violencia, sino que también tiene consecuencias económicas y ambientales. Según el informe del Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional de la OEA, la minería ilegal se ha expandido a 17 provincias, con seis de ellas registrando la mayor presencia de campamentos.
Entre las provincias más afectadas están Azuay, Morona Santiago y Zamora Chinchipe. La extracción ilegal de oro genera millones de dólares mensuales para los grupos terroristas.
Un aspecto alarmante es la presencia de minería ilegal dentro de áreas protegidas del país. Según investigaciones recientes, hay cerca de 30 focos de minería ilegal en parques nacionales, incluyendo el Parque Nacional Sangay y la Cordillera del Cóndor.
En estos lugares, la extracción descontrolada ha llevado a la deforestación, la contaminación de ríos y la afectación de ecosistemas frágiles. En el caso del Sangay, ubicado en cinco provincias, se han identificado excavadoras operando en zonas de bosque y cauces de agua, pese a los intentos del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) por frenar esta práctica.
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