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La fiebre por la balsa se extendió a Perú y Colombia
Ecuador, en la última década, ha sido en el mayor exportador mundial de madera de balsa
A pesar de los esfuerzos por controlar la situación, el negocio de la balsa continúa / Foto: cortesía FF.AA.
Quito- La fiebre por la madera de balsa, que comenzó hace unos años en la Amazonía ecuatoriana, ha dejado un impacto profundo en Ecuador, Perú y Colombia. Un artículo de investigación realizado por Dialogue Earth -con la colaboración de Earth Journalism Network- analiza cómo, tras cuatro años de cortar y exportar balsa en Ecuador, está práctica se extendió a Perú y Colombia
En Ecuador, esta fiebre llevó a la rápida tala de bosques primarios y a tensiones sociales en comunidades indígenas como los achuar, quienes ahora se han organizado para proteger sus territorios a través de iniciativas como los Lanceros Digitales. A pesar de los esfuerzos por controlar la situación, el negocio de la balsa continúa, dejando secuelas como la ruptura social y la violencia de género.
Ecuador, en la última década, ha sido en el mayor exportador mundial de balsa (Ochroma pyramidale), y la mayor parte de los envíos de madera se dirigen a China.
Por su parte, a Perú, la fiebre balsera llegó en 2020, cuando madereros ecuatorianos cruzaron la frontera para extraer balsa ilegalmente en territorio wampís. Esto generó disputas internas y amenazas, exacerbadas por la inacción estatal.
Aunque los wampís lograron detener la extracción, el mercado peruano continúa luchando con problemas de legalidad en la comercialización de la balsa, especialmente debido a la corrupción y la falta de regulación efectiva.
De acuerdo con Gobierno Territorial Autónomo Nación Wampís, más de 1,5 millones de pies cúbicos de balsa fueron talados ilegalmente de sus bosques de barbecho.
En Colombia, la fiebre balsera coincidió con un declive en los cultivos ilícitos de coca. Campesinos como Maximino Morales, en el departamento de Putumayo, encontraron en la balsa una alternativa económica viable.
Gracias a programas gubernamentales como REM Visión Amazonía, que ofrece Créditos Verdes para la reforestación y el cultivo de balsa, algunos agricultores han comenzado a cambiar la coca por la balsa, aunque aún existen desafíos en la implementación y apoyo a largo plazo.
En todos estos países, la fiebre por la balsa ha dejado un legado complejo: mientras que ha traído ingresos económicos en momentos críticos, también ha generado problemas sociales, ambientales y legales.
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