Ecuador en las Noticias
La cabeza de García rodó al fin
La Asamblea censuró al procurador del decenio correísta y remitió su caso a la Fiscalía. Los interpelantes, Mae Montaño y Raúl Tello, lograron 87 votos.
Réplica. Diego García volvió a tomar la palabra ayer, esta vez para responder las acusaciones de Mae Montaño. En lugar de eso, repitió sus argumentos. Foto: Expreso
El exprocurador Diego García no tuvo quién lo defienda en la Asamblea Nacional. Ni siquiera lo hicieron los correístas, que durante su gobierno lo mantuvieron diez años en el cargo pero, ayer (y fueron específicos en este punto), lo abandonaron por haber servido a los intereses del actual presidente. Luego de siete meses de espera y dos jornadas de debate, el juicio político planteado por Mae Montaño, al que se sumó también Raúl Tello en calidad de interpelante, se resolvió con la censura del exfuncionario y el envío de su caso a la Fiscalía y a la Contraloría General del Estado.
La defensa del exprocurador no tuvo piso. Ayer, cuando por segunda ocasión tomó la palabra en el seno de la Asamblea, volvió a aferrarse a un informe (el de la Comisión de Fiscalización) que para el Pleno es poco más que una formalidad. Que la Comisión inadmitió tres de las cuatro acusaciones planteadas por Mae Montaño, insistió García. Que el Pleno las puede volver a tratar, le replicaron varias voces en distintos tonos y con distintos argumentos. “El informe de la Comisión -zanjó el socialcristiano Henry Cucalón- es habilitante pero no vinculante”. E invitó al exfuncionario, extremadamente puntilloso con los temas jurídicos, a “no desvirtuar la naturaleza política del proceso”.
Esta segunda jornada de interpelación arrancó con la exhibición de las pruebas de cargo por parte de la proponente Mae Montaño, quien trapeó el piso con su víctima. Dijo “descaro increíble”. Dijo “victimismo cobarde”. Dijo “tamaño atrevimiento”. Mostró una declaración de Jorge Glas vertida en los tribunales donde se ventilaban las causas relacionadas con Odebrecht y en la que el exvicepresidente afirma: “Aquí, en la lista de procesados, debería estar el procurador Diego García”. Ante los ojos inquietos del exfuncionario barajó las cifras de sus viajes de promoción por el extranjero: 396 mil dólares por una película; 189 mil por un libro; 170 mil por presentarlo en Londres; 3,9 millones de gastos no relacionados con la defensa del Estado... Explicó su papel (sus omisiones) en el regreso de la constructora brasileña, y dejó planteada una serie de preguntas del tipo “¿No le pareció extraño que una empresa expulsada del país estuviera haciendo un acuerdo de transacción con el Estado?”.
Leer más aquí