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Intentos por concesionar Sacha en el pasado han fracasado
En 2016, Rafael Correa quiso concesionar el campo a la empresa china CERCG
Quito- Una vez más el campo petrolero Sacha (bloque 60) está en el ojo de la tormenta. Sucesivos gobiernos han visto en Sacha una forma de incrementar los ingresos para el Fisco. Sin embargo, la falta de recursos y tecnología han impedido que este campo maduro desarrolle todo su potencial.
Con una producción diaria de alrededor de 75.000 barriles por día, nivel casi similar a los 74.000 del 2015, Sacha, es al momento el campo más productivo del país. Aporta el 16 % de los 465.000 barriles que produce Ecuador.
El campo fue descubierto en 1969 por la empresa estadounidense Texaco. Inició su operación el 4 de julio de 1972. Ese mismo año se creó la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE) y el Estado ecuatoriano realizó la primera exportación de petróleo, durante el gobierno del general Guillermo Rodríguez Lara.
En 2008, como parte de la estrategia para integrar a las petroleras estatales de Ecuador y Venezuela, el entonces presidente Rafael Correa acordó con su homólogo venezolano Hugo Chávez la creación de la empresa mixta Río Napo, en la que Petroamazonas tenía el 70 % de acciones y Pdvsa el 30 %.
Río Napo comenzó a operar en 2009 y Pdvsa debía invertir $ 440 millones, pero la promesa nunca se concretó y posteriormente, luego de la disolución de Río Napo, Pdvsa incluso presentó un arbitraje internacional contra Ecuador, basado en el tratado bilateral de protección de inversiones entre Ecuador y Venezuela, demandando $ 383 millones.
Tras la disolución de Río Napo, ordenada por la Superintendencia de Compañías, en 2016, Sacha volvió a manos del Estado. En ese mismo año, cuando el campo producía alrededor de 72.000 barriles por día, Correa intentó concesionar su operación a la empresa China Energy Reserve Corporation Group (CERCG).
Con las directrices de Jorge Glas, la estatal Petroamazonas alcanzó un acuerdo con esa empresa para que opere Sacha por un plazo de 20 años y a cambio entregaría al Estado $ 1.500 millones. Sin embargo, la operación no se concretó tras una serie de denuncias de Fernando Villavicencio.
Posteriormente, en 2019, durante el gobierno de Lenin Moreno, se inició un proceso para licitar el campo, que atrajo el interés de 12 empresas, de las cuales la consultora Arthur D´ Little calificó a 5. La empresa Baker Hughes ganó la licitación, pero Moreno desistió de la concesión.
En 2021, el gobierno de Guillermo Lasso incluyó a Sacha en un extenso portafolio de proyectos para los que esperaba captar inversión extranjera. La mayoría de esas iniciativas, incluido Sacha, no prosperaron.
En ese año ya se hablaba de la necesidad de una inyección de $ 2.887 millones para fortalecer la operación de Sacha, mediante un contrato de participación.
Ahora el gobierno de Daniel Noboa, por delegación directa, adjudicó el campo al consorcio Sinopetrol, integrado por Amodaimi, una filial de la estatal china Sinopec; y Petrolia, subsidiaria de la canadiense New Stratus Energy.
Para firmar el contrato, el consorcio debe entregar, hasta mañana, 11 de marzo, la prima de $ 1.500 millones a la que se comprometió.
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