Impacto del Fenómeno de El Niño en los deslizamientos de tierra en Ecuador

La actividad humana, como la deforestación y la expansión urbana desmedida, agrava estos riesgos

Deslizamiento de tierra por lluvias intensas en Azuay, 2023 / Foto: IIGE

Quito.- El fenómeno El Niño es un evento climático que tiene un impacto significativo en Ecuador debido a la entrada de aguas cálidas del Pacífico Occidental que eleva la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico Ecuatorial. Este fenómeno, que según el registro, ha afectado al país en múltiples ocasiones, provoca un aumento de las lluvias que pueden generar movimientos en masa, un tipo de proceso geológico que implica el desplazamiento de rocas, suelo o detritos, poniendo en peligro la vida humana y causando pérdidas económicas. 

El Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE), junto con el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón, ha clasificado los movimientos en masa en Ecuador en cuatro tipos: colapso, colapso a lo largo del río, deslizamiento y flujo de detritos.

Estos fenómenos son más comunes en áreas con estructuras de pie de monte cercanas a cuerpos hídricos, en zonas medias y altas de la cordillera, y en terrenos con pendientes pronunciadas y materiales rocosos meteorizados. En la ocurrencia de los movimientos en masa intervienen factores condicionantes como la litología y la pendiente del terreno, así como factores detonantes como las precipitaciones, sismos y la actividad humana. 

La susceptibilidad y vulnerabilidad de las áreas afectadas son cruciales para entender el riesgo de los movimientos en masa. La susceptibilidad se refiere a la tendencia de una zona a experimentar estos eventos, mientras que la vulnerabilidad mide el grado de pérdida potencial en caso de un evento desastroso. La actividad humana, como la deforestación y la expansión urbana desmedida, agrava estos riesgos al incrementar la erosión del suelo.  

Si bien la costa ecuatoriana es la más expuesta a inundaciones, a causa del fenómeno El Niño, sectores de la Sierra son altamente vulnerables a los movimientos en masa, especialmente en provincias como Azuay, El Oro, Loja y Chimborazo, donde la morfología del terreno contribuye a una mayor susceptibilidad. 

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