Hasta julio, el sector minero ha cumplido el 58 % de su meta de exportación de minerales

Las ventas de Mirador y de Fruta del Norte representan el 75 % de las exportaciones de minerales

Las ventas de Mirador y de Fruta del Norte representan el 75 % de las exportaciones de minerales / Foto: cortesía Cámara de Minería

Un buen desempeño en los primeros siete meses del año. Las exportaciones mineras llegaron a $ 1.609 millones entre enero y julio de este año, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE). La cifra muestra un crecimiento del 50 %, en comparación con el mismo período de 2021.

El número también muestra el 58 % de la meta de exportación de productos mineros para este año, que es de $ 2.800 millones, según el ministerio de Energía. Eso es 34 % más que 2021, cuando se llegó a $ 2.092 millones.

Además, en los primeros siete meses de este año, los minerales se consolidaron como el tercer producto no petrolero más exportado de Ecuador, después del camarón y banano. Además, es el primer rubro de las exportaciones no tradicionales, según las autoridades.

¿Qué minerales han sido los más exportados? Según el BCE, el cobre y su concentrado fueron los productos mineros más exportados en este período, con $ 773 millones vendidos. El incremento es del 75%, en comparación con los mismos meses de 2021.

El buen momento de las exportaciones mineras totales se debe a las dos minas a gran escala que funcionan en el país desde 2019. Estas son Mirador y Fruta del Norte, en la provincia de Zamora Chinchipe.

Según el BCE, las ventas de Mirador y de Fruta del Norte representan el 75 % de las exportaciones de minerales hasta julio de 2022. Mientras que el 25% restante corresponde a las 1.400 concesiones de pequeña minería legal.

¿A dónde van los minerales de Ecuador? Los principales países compradores de los minerales ecuatorianos son China, Finlandia, Taiwán, México, entre otros.

No obstante, la situación de la minería local puede complicarse. Uno de los acuerdos alcanzados en la Mesa de Energía y Recursos Naturales, de los diálogos con los movimientos indígenas, es la moratoria a las actividades mineras e hidrocarburíferas, por al menos 12 meses, hasta contar con la Ley de la Consulta Previa, Libre e Informada.