Energía
Energía y Climatización de hogares en climas cálidos
Una edificación tiene por objetivo principal proteger a sus ocupantes de las condiciones del ambiente exterior
Una edificación tiene por objetivo principal proteger a sus ocupantes de las condiciones del ambiente exterior. Las personas pasan gran parte de su tiempo en ambientes interiores, por ejemplo: vivienda, escuela, oficina, comercio, fábrica u otros. Ya sea que estas edificaciones se localicen en un clima frío o cálido, mantener condiciones confortables en ambientes interiores, es una necesidad habitacional de una edificación.
Datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) dan cuenta de que actualmente cerca del 20% de la electricidad en el mundo es utilizada para enfriamiento de ambientes interiores y, esta demanda de energía está creciendo de manera crítica, principalmente por la mejoría en las condiciones de accesibilidad a sistemas de aire acondicionado, específicamente en el sector residencial de países asiáticos como China, India e Indonesia. Se espera que para el 2050 más del 65% de la población cuente con aparatos para el acondicionamiento del aire en su vivienda. Otro ejemplo que pone en perspectiva el impacto del aire acondicionado es un estudio del 2013 realizado en Singapur. En esta investigación se implementaron sensores portables en 15000 estudiantes de colegio. Los resultados demostraron que los sujetos estuvieron expuestos al aire acondicionado seis horas diarias en promedio y, además, que alrededor del 60% de la electricidad se consumió por el acondicionamiento del aire.
“La demanda de energía está creciendo de manera crítica, principalmente por la mejoría en las condiciones de accesibilidad a sistemas de aire acondicionado, específicamente en el sector residencial de países asiáticos.”
Específicamente en ciudades de clima cálido y húmedo el uso de aire acondicionado (AC) se ha convertido en una demanda permanente para muchos hogares. Un clima cálido y húmedo se caracteriza por presentar un ambiente exterior con alta humedad y temperatura a lo largo del año. Para Ecuador existe una clasificación climática de siete zonas, según la Norma Ecuatoriana de la Construcción, figura 1. Ciudades como Esmeraldas, Portoviejo, Manta, Guayaquil, Durán, Quevedo, Babahoyo, Santa Elena, Machala, Tena y otras, se encuentran dentro de la zona climática Húmeda Muy Calurosa. Así, es posible identificar que más del 50% de la población habita en ciudades con este tipo de clima.
“Para Ecuador existe una clasificación climática de siete zonas, según la Norma Ecuatoriana de la Construcción.”
Figura 1.- Mapa de zonas climáticas del Ecuador. Obtenido de la Norma Ecuatoriana de la Construcción, capítulo de Eficiencia Energética (2018).
El incremento del uso de AC tiene varios orígenes; tales como: el crecimiento en la demanda de almacenamiento de información (Datacenters), el aumento del poder adquisitivo en las sociedades, costos más bajos para la compra de equipos, mejoras en la tecnología, el cambio climático, el efecto de islas de calor en zonas con alta densidad poblacional, hábitos de usuarios y salud. Por ejemplo, una investigación dirigida por la Universidad Estadual De Campinas (Brasil), presentó que para el 2011 en la ciudad de Guayaquil, el consumo de electricidad asociado al uso de AC fue responsable del 12% de la demanda total residencial, con una pertenencia de menos de 0.3 unidades por hogar. Es decir que, a medida que aumente el ingreso económico en los hogares, por ende, la capacidad adquisitiva para el uso de equipos de AC, incrementará también el impacto en la infraestructura eléctrica urbana y el medio ambiente. Según el mismo trabajo, solo en la ciudad de Guayaquil, más del 70% de los dueños de vivienda contabilizan un ingreso familiar mayor a dos Salarios Básicos Unificados (SBU), hecho que mejora la posibilidad de adquirir un sistema de AC para el hogar.
Dentro de una vivienda, el usuario puede disminuir considerablemente el consumo de electricidad aplicando algunas estrategias simples, tales como: usar ropa ligera, tomar duchas a las horas de mayor temperatura en el día, aprovechar la mañana o madrugada para ventilación natural, programar el dispositivo a una temperatura más elevada pero agradable, por ejemplo 22°C a 24°C; utilizar las funciones de apagado automático después de ciertas horas de uso y realizar mantenimiento periódico.
En resumen, cuando se habla de aire acondicionado para edificaciones existe una brecha importante por atender y se debe promover el uso eficiente de estos equipos, especialmente para ciudades de clima cálido y húmedo. Finalmente, como seres humanos, es posible tomar conciencia de esta realidad y adaptar soluciones simples en nuestro hogar o espacio de trabajo.
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