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El cuy fue la estrella de festival en la frontera con Colombia
El concurso de disfraces fue el momento más esperado de este certamen
Urbina (Ecuador).- Un 'cuy presidente', un 'cuy duende', un 'cuy vaquero' y hasta un 'cuy ciclista' estuvieron entre los pintorescos participantes del cuarto Festival del Cuy de Ecuador, una fiesta en torno al roedor más emblemático de los Andes, donde sus dueños presumieron con orgullo de estos conejillos de indias y los engalaron con las mejores prendas.
El concurso de disfraces fue el momento más esperado de este certamen celebrado el pasado domingo en la localidad ecuatoriana de Urbina, cercana a la frontera con Colombia, donde la creatividad de los cuidadores para acicalar y ornamentar a sus cuyes con diminutas vestimentas sorprendió a las más de 5.000 personas que se dieron cita.
Considerado como un suculento manjar en países como Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia, el cuy es más que una mascota para las poblaciones andinas de estos países al atribuirle dentro de la cultura popular propiedades curativas e incluso religiosas.
En el estadio de Urbina, tanto adultos como menores llegaron con su cuy en brazos, algunos incluso con disfraces a dúo.
Pese a ser la cuarta edición de este festival, para algunas familias ya se ha vuelto una costumbre, como es el caso de Esthela Chamba, quien disfrazó a su cuy del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz para rendirle homenaje por su última actuación en el Tour de Francia.
Para ello, puso a su cuy sobre una bicicleta pequeña y tanto ella como el animal se enfundaron el inconfundible maillot blanco con lunares rojos que distingue al mejor ciclista de montaña en la ronda francesa, el mismo que Carapaz vistió recientemente en el podio de los Campos Elíseos de París. Ambos, el cuy y la mujer, portaban en el pecho "el rey de la montaña".
Es la segunda vez que esta criadora de cuyes vistió a su cobaya de Richard Carapaz, oriundo de la provincia ecuatoriana de Carchi, de la que forma parte Urbina, mientras que en las otras ediciones participó con la 'cuy Barbie' y la 'cuysita campesina', según contó a EFE.
Símbolos y mitología
También causó sensación este año la 'cuysita carnavalera', inspirada en los coloridos trajes de las bailarinas del carnaval de Río de Janeiro (Brasil) y portada por dos niños que bailaron al ritmo del popular tema de la 'Magalenha'.
Otros participantes se esmeraron por explicar los innumerables símbolos insertos en el traje de su animal, cuyas diminutas vestimentas fueron elaboradas concienzudamente, como David Castro, el dueño del ‘cuy duende’ o 'Duende Tinti', un personaje vestido enteramente de verde con rasgos similares al 'leprechaun' irlandés.
Castro detalló que el sombrero simbolizaba su magia, la hoja representaba la conexión con lo natural y, como no podía faltar, el bolsito con oro significaba la riqueza que alberga la naturaleza.
Por su parte, una madre acompañada de su hijo exhibió a un couy con poncho rayado, sombrero de paño y bufanda de lana, que caracteriza a un ‘chagra’, campesino de los Andes ecuatorianos, conocido principalmente por dedicarse a la ganadería.
En la presentación del disfraz del ‘chagra cuy’, la mujer explicó que este personaje es un “símbolo del mestizaje existente en los páramos andinos del Ecuador”, caracterizado principalmente por el manejo del caballo, “su incondicional compañero de aventuras”.
Premios al más pesado y al más negro
En esta misma línea también hubo quien optó por disfraces que representaran diversas culturas del Ecuador como los ‘cuysitos shuares’, vestidos con coloridos trajes típicos y pinturas faciales de esta nacionalidad indígena amazónica, o ‘los Zhunaulas’, que representaron al dueto musical con el mismo nombre que interpretaba ritmos tradicionales ecuatorianos.
El más popular en redes sociales resultó el 'cuy Pepe Grillo', en manos de un niño de 6 años, que apareció con la misma indumentaria que el roedor: gorro azul, chaqueta negra, chaleco rojo y pantalones verdes para representar a la conciencia de Pinocho. El traje, según explicó, estaba confeccionado a mano con diversas telas y cartón.
Además del concurso de disfraces, el cuarto Festival del Cuy de Urbina también premió al cuy más pesado, al del pelaje más negro y al mejor cuy mascota, en el que se valoraban la calidad de su pelaje y color.
El certamen, que reunió a unos ochenta emprendimientos, estuvo organizado por el gobierno local de Urbina, con el apoyo de la organización no gubernamental de ayuda humanitaria HIAS, del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), de la Prefectura (gobierno provincial) de Carchi y de la Universidad Politécnica de Carchi. EFE
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