Ecuador en las Noticias
El correato repartió radios y teles para sus amigotes
La Contraloría confirmó hoy que el gobierno de Rafael Correa propició la concentración de la propiedad de los medios de comunicación privados en pocas manos.
La Contraloría confirmó hoy que el gobierno de Rafael Correa propició la concentración de la propiedad de los medios de comunicación privados en pocas manos: esto pone en evidencia que el discurso que mantuvo sobre la llamada “democratización de la propiedad de los medios” fue tan solo una mascarada ideológica.
La confirmación se produjo durante la lectura de una investigación realizada por la Contraloría al concurso que el gobierno montó para repartir las frecuencias de radio y televisión. En el documento que fue leído, durante un par de horas, se habla de un proceso ilegal de concentración a favor de tres grupos empresariales por parte de dos de los brazos que el correísmo estructuró para controlar el acceso a las frecuencias: la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones, Arcotel, y el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación, Cordicom.
Según Contraloría, el proceso estuvo lleno de irregularidades cometidas por Arcotel y el anterior Cordicom. Ese proceso, que estaba en marcha hasta que el nuevo Cordicom decidió ponerlo en suspenso, permitió que apenas tres grupos empresariales puedan quedarse con cientos de frecuencias, violando la ley que establece que un grupo únicamente puede tener una radio en FM, una en AM y un canal de televisión. Esos tres grupos son: el que pertenece al asambleísta Jorge Yunda, el del empresario mexicano Ángel “Fantasma González, propietario de diario El Comercio, y el del manabita Lenín Andrade.
Lo que Contraloría destapó hoy en su auditorio es algo que se sabía desde hace algunos años pero que no había podido ser documentado ni confirmado por un organismo oficial. Es decir que en el Ecuador existen grupos empresariales que se beneficiaron de los favores que recibieron de los funcionarios del gobierno para quedarse con una inmensa tajada en la repartición de las frecuencias.
El informe de Contraloría parece probar que el discurso del correato que decía que la propiedad de los medios de comunicación en el Ecuador tenía que ser “democratizada”, fue únicamente una coartada retóric. Una coartada que, de paso, sirvió como justificativo para montar un proceso de concentración de la propiedad a partir de la entrega de frecuencias a amigos del régimen. Desde casi los inicios del gobierno, el ex presidente Rafael Correa articuló su discurso de desprestigio y de ataque en contra de la prensa diciendo que tan solo unas pocas familias en el Ecuador manejaban la casi totalidad de los medios de comunicación. “El problema de fondo es la forma de propiedad de los medios de comunicación”, dijo Correa durante una supuesta Cumbre de Periodismo que organizó su gobierno en junio del 2013. Pocas eran las ocasiones en que Correa hablaba mal de la prensa, cosa que hacía casi a diario, en que no hablara sobre el tema de la concentración de la propiedad y de cómo él iba a cambiar aquello. Sin embargo, al final de sus diez años de gobierno lo que ocurrió es que, como nunca antes, un porcentaje considerable de los medios de comunicación quedó concentrado en tan pocas manos.
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