Ecuador en las Noticias
El canciller es el héroe del día
La presencia de José Valencia en la Asamblea, para rendir cuentas sobre el asilo de Assange, estaba prevista desde hace días. Lo recibieron con aplausos.
Desplante. Los correístas no quieren ni oír al canciller. Primero, le dieron la espalda cuando hablaba. Luego, todos abandonaron el salón del Pleno. Foto: Expreso
A veces sorprende cuán diplomático puede llegar a ser un diplomático.
-¿Es verdad -preguntó el socialcristiano César Rohón cerca del final de la sesión- que Julian Assange embarró sus heces fecales en las paredes de la Embajada en Londres?
-Tenemos reportes oficiales -respondió el canciller José Valencia sin inmutarse- que efectivamente describen actos higiénicos impropios del señor Assange en la Embajada.
Estaba claro. Y era el colmo. Durante casi una hora, Valencia había despachado ante el Pleno de la Asamblea la lista de razones por las que el Gobierno decidió privar al hacker australiano de su nacionalidad ecuatoriana y dar por concluido el asilo: sus intervenciones reiteradas en los asuntos internos de varios países (Estados Unidos, España, el Vaticano...), su conducta agresiva e infamante contra el Ecuador y un largo memorial de incidentes hostiles que el canciller fue enumerando con voz lastimera de profesor agraviado y cuyo escatológico colofón terminó por escandalizar a todos.
Extraordinario ‘timing’ del Gobierno: la expulsión del hacker se produjo el mismo día en que estaba prevista la comparecencia del canciller a la Asamblea para explicar, precisamente, por qué diantres no se había dado una solución definitiva al caso Assange. ¿Coincidencia? El caso es que el país amaneció con la noticia y José Valencia fue recibido en el Pleno como un héroe. “Como es de su conocimiento, el presidente de la República Lenín Moreno dispuso el día de hoy la terminación del asilo diplomático concedido a Julian Assange en 2012”, empezó diciendo y fue interrumpido por una ovación cerrada.
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