Opinión
El 9 de agosto, se da un antes y un después
La intención de voto, según las encuestadoras, se ve claramente modificada
Desde el inicio del proceso, por efecto de la llamada Muerte Cruzada, todo ha sido bastante atípico. Sin embargo, los presidenciables se los pudo identificar casi inmediatamente luego del decreto que cesaba a la Asamblea Nacional. Muchos de los precandidatos ya estaban preparando su candidatura para las elecciones generales del 2025.
La campaña, desde su inicio, marcó una evidente guerra de encuestas sobre quiénes lideraban o no la posible intención de voto, y los números dentro un rango relativamente tradicional marcó líneas claras sobre la preferencia de los votantes. Unos candidatos lideraban y otros quedaban rezagados.
El 9 de agosto, se da un antes y un después, no solo de la campaña electoral, sino para la política ecuatoriana. El asesinato del candidato Fernando Villavicencio, quien había marcado una línea clara de denuncias fundamentadas y que incluso habían derivado en procesos judiciales con sentencia contra funcionarios del gobierno del expresidente Correa y el mismo, impacta fuertemente a toda la sociedad, generando un sisma en la población.
La intención de voto, según las encuestadoras, se ve claramente modificada y siendo esto a pocos días del debate presidencial obligatorio, levantan alertas en la población sobre la situación de la política nacional.
Según data que se ha podido recabar, la audiencia en medios tradicionales del debate fue histórica. Y está acompañada por la conversación en redes sociales del post debate. Podría explicar el abrupto crecimiento del candidato Daniel Noboa horas previas al día de las elecciones.
Si bien se evidenció un crecimiento histórico, donde un candidato asciende varias veces la intención de voto previo al debate, dando una sorpresa electoral.
A pesar de todo ello, ya en el conteo de votos, es un comportamiento, bastante peculiar y definitivamente inédito. Con el 0.31 % de la votación, se marcan, no solo tendencias, sino que prácticamente los resultados finales de la elección, como claramente se aprecia en el cuadro adjunto.
No juzgaré cómo se dio el proceso de conteo de votos, ni las posibles razones para un cuadro que me deja más preguntas que respuestas.
Ahora, la segunda vuelta está definida y los candidatos han aceptado los resultados.
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