“Ecuador es una sociedad populista, acostumbrada a pedirle todo al Estado”

Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, conversó con El Oriente sobre la crisis fiscal que atraviesa el país

Jaime Carrera es el secretario del Observatorio de la Política Fiscal / Foto: cortesía Jaime Carrea

Quito- Ecuador atraviesa una compleja crisis fiscal, como lo ha reconocido el Gobierno del presidente Daniel Noboa. Si bien el problema del déficit fiscal no es nuevo, en este año se ha acumulado cerca de $ 5.000 millones en pagos atrasados en el sector público, lo cual ha agudizado aún más el problema. Hay un agujero de recursos cercano a los $ 10.000 millones.

El problema llega en medio de una crisis de seguridad sin precedentes, lo cual complica al gobierno a gastar más en un momento de escasez de dinero. Tanto analistas económicos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han señalado que la única vía para resolver el problema es subir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y quitar los subsidios a los combustibles.

El IVA se ha incrementado en 13 % y hay la posibilidad de que suba hasta el 15 %, de ser necesario, según la última reforma tributaria, que fue aprobada por falta de acuerdos en la Asamblea Nacional. La medida pasó a regañadientes.

Nadie quiere pagar la cuenta. ¿Por qué? Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, conversó con El Oriente de este problema en Ecuador, el cual lo describe como un mal cultural.

¿Qué tan profundo es el problema fiscal?

El problema de las finanzas públicas es absolutamente severo. A pesar del aumento del IVA, de los impuestos temporales o el impuesto a las empresas o el aumento del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), hay un problema estructural profundo.

¿De cuánto es este problema estructural?

El problema estructural es de $ 5.000 millones de déficit, haga lo que haga el gobierno con ingresos, porque además el gasto sigue creciendo por varias razones: porque se crean cargos de policías, maestros. Por el aumento inercial en la carga salarial, crecen las transferencias al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por el pago de las pensiones, crece el pago de la deuda pública, de la deuda externa. Además, por la inflexibilidad del gasto. Hay normas constitucionales para municipios, para universidades. Solo con esas preasingaciones, al gobierno no le queda nada para gastos.

¿Por qué hace falta consciencia de los políticos del problema fiscal?

Esto tiene raíces culturales. El tema fiscal se lo toma como algo lejano para la sociedad. No hay conciencia que el Estado gasto lo que aporta la sociedad a través de impuestos y lo que no se entiende que los gastos que demanda la sociedad tienen que cubrirse por la misma sociedad. Creen que el Estado es algo lejano, pero el Estado somos todos. Cuando le pedimos plata al Estado para salud, para educación, nos pedimos a nosotros mismos como sociedad y eso no se entiende en el país.

¿En dónde se concentra el problema fiscal?

Hay problemas esenciales. Se deben cubrir sueldos de 492 mil personas del sector público que suman $ 10 mil millones, que suman toda la recaudación del IVA y del Impuesto a la Renta. El sueldo promedio en el sector público es de $ 1.500 al mes y lo que produce el Ecuador, per cápita, es menos de $ 600. Mientras que la generalidad de empleados privados gana $ 500 en Ecuador. Ahí hay un problema serio.

Se paga en sueldos cerca del 10 % del PIB y lo que debería pagarse es 7 % del PIB. Hay un exceso de 3 % del PIB en pago de sueldos, casi $ 3.000 millones, que es parte del déficit fiscal. Hay un problema imposible de solucionar. A eso se suman los subsidios, pago al 40 % de pensiones. Se debe contener el gasto público y hacer crecer la economía. Son problemas profundos mientras la sociedad no tome conciencia.

¿Por qué la sociedad no toma conciencia?

Porque Ecuador es una sociedad populista, acostumbrada a pedirle todo al Estado y no aportar nada al Estado. La sociedad exige derechos, pero no se crea obligaciones y ese es un tema fundamental de comportamiento del país. El otro tema fundamental es que en Ecuador hay aversión a crear riqueza. Si no se produce, si no se genera riqueza, el país no progresa.

En Ecuador es malo generar riqueza, se estigmatiza crear riqueza. Ecuador prefiere la igualdad en la pobreza a la igualdad en la riqueza. Son temas profundos que el Ecuador viene arrastrando desde hace décadas. Yo tengo el temor de que si Ecuador no cambia ahora vamos a tener una profundización de los problemas, a lo mejor conformar un Estado fallido.

¿Qué se puede hacer al respecto?

Las élites deben tomar conciencia. Especialmente, las políticas, económicas y sociales. Deben hacer una profunda reflexión. La dolarización es como una alfombra que no deja ver los problemas. La gente recibe los dólares y no hay devaluación, parecería que no hay problemas.