Crisis energética dejará pérdidas millonarias en Ecuador

El sector comercial está entre los más afectados por los apagones

Los apagones nacionales comenzarán el lunes, 23 de septiembre / Foto: EFE

Quito- La crisis energética que atraviesa Ecuador generará un impacto económico de grandes proporciones, con pérdidas estimadas en $ 360 millones a nivel nacional en solo cinco días, según un reporte de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), la Cámara de Comercio de Guayaquil, la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) y la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG). Los cortes de electricidad, que han afectado tanto a la producción como a las ventas, provocarán, nuevamente, una parálisis en sectores clave de la economía.  

Según las cifras más recientes, el país pierde aproximadamente $ 72 millones diarios debido a las interrupciones en el suministro eléctrico. Estos cortes, que han afectado gravemente a las actividades comerciales e industriales, representan una amenaza para la estabilidad económica.  

El sector comercial es uno de los más perjudicados, con una pérdida diaria de $ 30 millones y una reducción de $ 5 millones por cada hora de apagón. Las empresas, especialmente las micro, pequeñas y medianas, se encuentran en una situación crítica, incapaces de operar con normalidad ante la falta de electricidad.  

Por su parte, el sector industrial, que abarca áreas como la manufactura, la minería y la distribución de agua y electricidad, registra pérdidas diarias de $ 14,1 millones, con un impacto de $ 2,4 millones por cada hora sin energía. Este sector, vital para la producción interna del país, ha visto una drástica disminución en su capacidad productiva.  

Finalmente, el sector exportador también enfrenta pérdidas significativas, con una media diaria de $ 12,6 millones y $ 2,1 millones por hora de corte eléctrico. La interrupción de los procesos de producción pone en riesgo los compromisos internacionales de exportación, afectando la competitividad de Ecuador en el mercado global. Ante esta grave situación, las empresas demandan medidas urgentes para estabilizar el suministro eléctrico y reducir el impacto económico, en un esfuerzo por mitigar las pérdidas y garantizar la continuidad operativa de los sectores productivos.