Opinión
Con la Ministra frente a los privilegios sindicales
La ministra Ivonne Núñez denuncia los beneficios injustificados para empleados públicos y su impacto en la calidad de los servicios.
Quiero expresar mi total apoyo a la ministra Ivonne Núñez, quien de manera valiente está enfrentando una de las principales lacras del Ecuador: los privilegios sindicales de los empleados públicos.
En Ecuador, existe un mercado laboral que está dividido en castas. En primer lugar, tenemos a dos terceras partes de los ecuatorianos que no tienen empleo adecuado. Luego, hay algunos ecuatorianos que tienen empleo adecuado en el sector privado. Son ellos quienes más producen y quienes cargan con la mayor parte de los impuestos. Y, finalmente, tenemos a la casta de los empleados de empresas públicas, que gozan de beneficios de productividad sin justificación clara.
Estos beneficios incluyen aumentos por tener hijos, por estar más tiempo en la empresa o por acumular más años de servicio. Uno pensaría que con tantos beneficios de productividad, estas empresas serían muy eficientes. Pues no. Son las mismas empresas que son incapaces de proporcionarnos servicios eléctricos de calidad de manera constante. Así de improductivos son. Y por primera vez en años, la ministra Ivonne Núñez se ha atrevido a denunciar este despropósito, que se perpetúa con el silencio de los tribunales laborales, los asambleístas y los históricos en los ministerios, quienes han tenido miedo de enfrentar a cuatro sindicalistas.
Por fin, alguien se atreve a enfrentarlos, y cuenta con todo mi apoyo y el de la inmensa mayoría de los ecuatorianos, hartos de estos privilegios injustificados.