Ecuador en las Noticias
Cocinas de inducción, olvidadas y en remates
Este programa emblemático del Gobierno anterior –que se implementó en el 2014 y por el que se incluyó un subsidio de energía eléctrica– concluyó sin el éxito esperado.
En el hogar de Julia Sotama usan el horno de una cocina de inducción como cajonera. Ahí guardan carpetas y cuadernos viejos. Esta estufa la adquirió en el 2016 a través del Programa de Cocción Eficiente del entonces gobierno de Rafael Correa, afirmó la mujer, y la dejó de usar por miedo a que la planilla de electricidad le saliera alta.
“Dos días que utilicé salió $ 2,50 adicionales a lo que normalmente pagaba. Y si la usaba todo el mes me salía un planillón. Prefiero cocinar con gas”, dijo esta ama de casa de la cooperativa 31 de Agosto, en el noroeste de Guayaquil, quien aún adeuda unas letras de los $ 900 que, dice, le costó el artefacto.
Este programa emblemático del Gobierno anterior –que se implementó en el 2014 y por el que se incluyó un subsidio de energía eléctrica– concluyó sin el éxito esperado. Se planeaba entregar 3 millones de cocinas de inducción, sin embargo, se ejecutó el 9,7% (291.413 cocinas), según el número de estufas vendidas que consta en la rendición de cuentas del 2017 de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL). A finales del 2018, los beneficiarios del subsidio de cocción eficiente ascendieron a 388.762.
El régimen pasado, a través de la CNEL, impulsó la compra de más de 1 millón de estufas eléctricas en tres contrataciones con las empresas chinas Midea, Haier y Kenmec, por $ 216,4 millones. De estas, solo 145.000 llegaron al Ecuador (valoradas en unos $ 23 millones) en medio de contratiempos, según documentos del Servicio de Contratación Pública (Sercop) subidos por la CNEL el 24 y 25 de enero de este año, es decir, tres años después de que se firmaran los contratos.
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