Banco Mundial: El anterior modelo económico de Ecuador se “comió” los ahorros

El crecimiento anterior se basó en una expansión insostenible del gasto público

El informe del Banco Mundial fue presentado el 30 de mayo / Foto: cortesía Banco Mundial

Quito- Un panorama muy complejo. El Banco Mundial acaba de presentar ‘Ecuador: un crecimiento resiliente para un futuro mejor’, que es un examen a detalle de la situación económico del país. Se trata de un memorándum que el Banco Mundial realiza de todos sus países.

El anterior, en el caso de Ecuador, se realizó en 2016. Una de las conclusiones es el lento crecimiento económico que tiene el país actualmente provocado por un modelo anterior que fue poco beneficioso para el país.

Si bien en el pasado, Ecuador fue uno de los países de más rápido crecimiento de América Latina, dice el Banco Mundial, con una tasa de crecimiento media anual del 4,6 % entre 2002 y 2014, el crecimiento se ha mantenido esquivo en los últimos años, con un promedio de solo 0,5 % entre 2014 y 2019 y de 0,2 % entre 2014 y 2022.

El Banco Mundial señala que el crecimiento anterior se basó en una expansión insostenible del gasto público, alimentada por las ganancias inesperadas del auge de los precios del petróleo y una costosa erosión de los amortiguadores fiscales, que coincidió con la introducción de rigideces para el desarrollo del sector privado. Durante un periodo de fuerte crecimiento y elevados precios del petróleo, Ecuador desmanteló sus fondos soberanos del petróleo, acumuló nueva deuda y dejó de pagar la anterior para costear un amplio programa de inversión pública.

Si bien la entidad no lo menciona directamente, el período coincide con la época del expresidente Rafael Correa, que pasó por la Presidencia de la República entre 2007 y 2017.

Desde entonces, dice la entidad, Ecuador ha tenido dificultades para recuperar el acceso a los mercados internacionales de capital en condiciones favorables, teniendo que pagar tipos de interés más altos de lo que sugieren sus fundamentos macroeconómicos. Los beneficios económicos y sociales a medio plazo del gran programa de inversión pública parecen limitados.

Además, la entidad destaca tres sectores para contribuir al desarrollo social y económico del país: la agricultura, la minería formal y el turismo, fundamentales en un contexto de crecimiento que favorezca la reducción de la pobreza y la adaptación al cambio climático.