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Al menos cinco presos se fugaron de la Penitenciaría
Esta cárcel, que albergaba a finales de octubre a casi 7.000 presos cuando su capacidad es de 5.246, es uno de los epicentros de la crisis carcelaria que sufre Ecuador desde 2020.
Esta cárcel, que albergaba a finales de octubre a casi 7.000 presos cuando su capacidad es de 5.246, es uno de los epicentros de la crisis carcelaria que sufre Ecuador desde 2020 / Foto: EFE
Al menos cinco presos se fugaron este miércoles de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y poblada de Ecuador, ubicada en la ciudad de Guayaquil, que en las últimas semanas ha sido escenario de masacres y enfrentamientos entre reclusos.
La fuga de al menos cinco reos fue confirmada por el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, el organismo gubernamental encargado del controlar, custodiar y administrar las 36 prisiones que tiene Ecuador.
El SNAI señaló que, "ante la alerta recibida de evasión de privados de libertad", se ha abierto una investigación que incluye acciones internas para determinar responsabilidades sobre el hecho sucedido en el Centro de Privación de Libertad Guayas Nº1, como se conoce oficialmente a la Penitenciaría del Litoral.
Esta cárcel, que albergaba a finales de octubre a casi 7.000 presos cuando su capacidad es de 5.246, es uno de los epicentros de la crisis carcelaria que sufre Ecuador desde 2020, en la que han sido asesinados más de 450 reclusos en enfrentamientos entre bandas rivales que se disputan el control de las prisiones ecuatorianas.
Fue en esta cárcel donde se dio el 28 de septiembre de 2021 la mayor masacre carcelaria de Ecuador en la que murieron asesinados 122 presos, según las autoridades carcelarias, y 125 de acuerdo a las asociaciones de familiares de las víctimas.
A comienzos de noviembre la Penitenciaría del Litoral fue objeto de una intervención de la Policía y las Fuerzas Armadas en la que más de 500 reclusos fueron traslados a otros centros carcelarios, además de realizarse una rotación de reos entre pabellones para tratar de evitar nuevos enfrentamientos.
La medida fue recibida con violencia por los presos, lo que se trasladó también a las calles con una serie de atentados que se cobraron la vida de cinco policías y que el Gobierno atribuye a una respuesta del crimen organizado y el narcotráfico frente a las incautaciones de droga que está ejecutando la actual administración.