Ahora sí se vienen los tragos amargos

El Vicepresidente citó en Teleamazonas el no pago del 40% del Estado al IESS, la deuda externa y los altos intereses contraídos por Rafael Correa…

Foto: 4Pelagatos

Hacer lo correcto por encima de lo popular: ahora, que el gobierno no puede seguir pateando el balón a ninguna otra parte, el Vicepresidente salió a pedir a la ciudadanía comprensión por las medidas que deben anunciar este lunes. Desde que se instaló en Carondelet, el gobierno de Moreno ha querido ganar tiempo. Resultado: en el campo económico se ha comido dos años. Y si se quiere ser ortodoxo, solo haciendo cuentas desde la firma del acuerdo con el FMI, es innegable que perdió este año. Eso no le facilitará las cosas. Políticamente le resultará imposible endosar esta cuenta al correísmo cuyo legado tradujo Moreno en esa fórmula acuñada desde el 24 de mayo de 2017: la mesa no estaba servida. El Vicepresidente citó en Teleamazonas el no pago del 40% del Estado al IESS, la deuda externa y los altos intereses contraídos por Rafael Correa…

Moreno perdió tiempo para la economía, para la pedagogía urgente que requería la transición de su gobierno y para el piso político indispensable para la gestión de la crisis económica. No lo entendió él. No lo entendieron los ex militantes de Ruptura. No lo entendió Santiago Cuesta que vio tenderse infinidad de micrófonos a su paso por el gobierno. Ni siquiera lo entendió Otto Sonnenholzner en los casi diez meses que lleva en la Vicepresidencia: llegó hablando de futuro y se ha entretenido haciendo reuniones para concretar un eventual diálogo nacional, como si el país no supiera de qué pata cojea, cuáles son sus problemas más acuciantes y qué tiene que hacer para instalarse en el camino de las soluciones. Sonnenholzner tampoco convocó al Presidente al único terreno que debe ser el suyo: liderar. Y hacer lo correcto; no -como lo ha hecho- mirando los sondeos.

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