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Energía
918 pozos petroleros se encuentran inoperativos en la Amazonía
El SOTE paralizó sus operaciones ante la falta de crudo
Queda poco tiempo para que la operación de Petroecuador pare por completo. Los pozos petroleros que aún operan cuentan con diésel para tres o cuatro días para dotar de energía eléctrica sus instalaciones, aseguró ayer, 23 de junio, el gerente de la petrolera estatal, Ítalo Cedeño.
Las movilizaciones han complicado la operación logística de Petroecuador, lo cual se traduce en una caída del 40 % de su producción.
Hasta el 22 de junio, ese porcentaje equivale a una pérdida acumulada de 451.914 barriles de petróleo y una producción diaria de 154.950 barriles, además de 781 pozos apagados y 31 torres paralizadas. Estas cifras representarían aproximadamente un perjuicio económico directo para el país de $ 45 millones.
La situación ha llevado que el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) pare sus operaciones ante la falta de crudo.
Y si se miran los datos de toda la industria, las cifras aumentan. Desde que iniciaron las protestas, 918 pozos se encuentran inoperativos en las provincias de Orellana, Sucumbios, Pastaza y Napo, según datos del ministerio de Energía y Minas.
En total, tanto entre empresas privadas y Petroecuador, las pérdidas suman $ 51 millones, aseguró la cartera de Estado.
En el sector minero también hay pérdidas. De acuerdo con datos del ministerio, en el sector se han perdido unos $ 10 millones por 10 días de paralizaciones.
Otro problema tiene que ver con la distribución de combustibles. Varias zonas del país han tenido problemas con la provisión de gas de uso doméstico y gasolinas.
En ese contexto, Petroecuador señaló que ha buscado los mecanismos adecuados y de acción conjunta con otras instituciones para lograr que los tanqueros pasen a sus destinos finales, especialmente custodiados por la fuerza pública.
Sin embargo, señaló Petroecuador, por los bloqueos y debido a situaciones ajenas a las labores de la estatal petrolera, los mismos no han podido llegar a sus destinos finales, cuya consecuencia es el desabastecimiento de derivados en varias provincias.
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